Profesor William Vahey abusó de menores por 50 años

Al final de nuestro último artículo, comentamos el caso de William Vahey, uno de los peores pedófilos de la historia, profesor de sociales en nueve países, desde 1972 hasta su suicidio en el 2014. Examinamos su caso porque sirve de lección para todas las instituciones educativas del mundo, cuyo objetivo debe ser siempre salvaguardar la integridad física y psicológica de todos sus estudiantes, profesores y empleados. En este artículo revisamos la historia de William Vahey, las razones por las que pudo realizar su actividad criminal por tanto tiempo, y por qué sus crímenes quedaron impunes. Empezaremos con su historial profesional.

Historial profesional

  • 2013 y marzo de 2014: Managua, Nicaragua (Colegio Americano Nicaragüense)
  • 2009-2013: Londres, Reino Unido (Escuela Internacional de Southbank)
  • 2002-2009: Caracas, Venezuela (Escuela Campo Alegre)
  • 1992-2002: Jakarta, Indonesia (Escuela Internacional de Jakarta)
  • 1980-1992: Dhahran, Arabia Saudita (Saudi Aramco Schools)
  • 1978-1980: Atenas, Grecia (Escuela de la Comunidad Americana)
  • 1976-1978: Ahwaz, Irán (Escuela Passargad)
  • 1975-1976: Madrid, España (Colegio Americano de Madrid)
  • 1973-1975: Beirut, Líbano (Escuela de la Comunidad Americana de Beirut)
  • 1972-1973: Teherán, Irán (Colegio Americano de Teherán)

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Foto tomada de: http://www.dailymail.co.uk/news/article-2613961/Three-pupils-killed-abused-paedophile-teacher-Saudi-international-school-former-student-reveals.html

Arrestado en 1969

En 1969, cuando Vahey tenía apenas 20 años, fue arrestado en Long Beach, California, donde trabajaba como asistente de profesor, por acariciarle el pene a varios niños mientras les enseñaba a nadar. Por lo menos uno de los niños tenía 7 años. Le confesó a la policía que llevaba “tocando” a jóvenes sin consentimiento desde que era un Boy Scout, a los 14 años. Vahey fue sentenciado a 90 días de prisión y 5 años de libertad condicional. Se registró como “delincuente sexual” en enero de 1970 pero no firmó el registro. A pesar de su libertad condicional, le permitieron irse del país y mudarse a Irán después de sólo dos años de su sentencia cumplidos, en 1972.

Perfil del profesor

Desde 1972 al 2014, William Vahey desarrolló una carrera extraordinaria como docente internacional. Gozó de la confianza incondicional de las comunidades en las que trabajó, incluyendo padres de familia, colegas y administradores. Fue profesor de sociales, entrenador de equipos de deportivos, y lideraba excursiones a destinos exóticos como Costa Rica, Nepal y Jordania. Su estilo pedagógico era innovador, por ejemplo, en su unidad sobre la guerra de Vietnam, llevaba a sus estudiantes a jugar paintball para recrear las tácticas del grupo guerrillero Viet Cong y el ejército americano. Después de cada viaje o excursión, convocaba a las familias a una presentación de fotografías ambientada con música esperanzadora. Los protagonistas de las fotos eran los estudiantes, montando a caballo, o saltando por una cascada, o anotando una canasta en un juego de baloncesto. Todo el mundo lo respetaba como educador porque no solo preparaba a los estudiantes en el ámbito académico sino también en lo personal, con lecciones para la vida. Siempre fue carismático y popular. El video presentado a continuación, filmado por una estudiante en la Escuela Campo Alegre de Caracas, Venezuela, muestra al profesor en plena clase, debatiendo acerca de las disparidades materiales entre distintas clases sociales, y las catástrofes humanitarias.

Incidentes sospechosos

A lo largo de los años hubo varios incidentes que levantaron sospecha, sin embargo, nunca fueron suficientemente incriminatorios para que los empleadores de Vahey o autoridades regionales lo investigaran. Estos incidentes ocurrieron durante sus famosas salidas pedagógicas. En repetidas ocasiones, ciertos estudiantes se enfermaban misteriosamente, siempre eran varones de edad pre adolescente. Vahey atendía a los estudiantes enfermos en su dormitorio, y con el pretexto de cuidarlos, los obligaba a pasar la noche con él. Esto ocurrió varias veces, en tiendas de campaña y en cuartos de hoteles, dependiendo del viaje. Los estudiantes enfermos mostraban síntomas típicamente asociados con los sedantes narcóticos, tales como mareo, letargo, baja de tensión, debilidad, desmayo, y pérdida de fuerza de voluntad. Otra práctica del maestro que empezó a causar sospecha fue su insistencia en promover competencias, nuevamente entre varones de edad pre adolescente, para ver quién se podía comer más galletas Oreo. Muchas veces, el estudiante que más comía terminaba enfermo, obligado a pasar la noche a solas con el profesor. En una ocasión, un estudiante despertó y descubrió que llevaba puesta la pantaloneta de Vahey.

Descubrimiento de sus crímenes

En el verano del 2013, a los 64 años, Vahey se fue a trabajar a un colegio en Nicaragua, tenía planeado que fuera su último empleo antes de retirarse. En noviembre de ese año, su empleada hurtó su casa, llevándose varios aparatos electrónicos, entre ellos, una memoria externa. Unos días después, un representante del colegio fue a la casa del profesor, y lo encontró inconsciente en su cama. Todo indicaba que había fallecido, y la rectora del colegio le envió un comunicado a la comunidad con la triste noticia. Llegaron cartas emotivas, fotografías y flores al colegio, pero contra todo pronóstico, el equipo forense detectó en Vahey leves señales de vida. Lo llevaron rápidamente al hospital y se recuperó. Viajó a Atlanta para hacerse unos exámenes médicos y regresó a Nicaragua en enero del 2014. Le contó a la comunidad que fue la picada de una araña venenosa lo que casi lo mata.

El 11 marzo del 2014, la antigua empleada de Vahey le entregó la memoria externa que había robado a los empleadores de su antiguo patrón. Le rectora del colegio, la Doctora Gloria Doll, encontró cientos de fotografías que mostraban a Vahey abusando sexualmente a más de 90 estudiantes, y lo confrontó directamente. Vahey le dijo que llevaba abusando de niños toda su vida porque él fue abusado en su niñez. Doll reportó los crímenes de Vahey a las autoridades estadounidenses  por medio de la embajada americana en Managua, y mientras tanto, Vahey huyó de inmediato a Luverne, Minnesota, para estar cerca de su madre y su hermano. Hizo escala en Miami, donde el FBI lo interrogó, pero no lo arrestaron porque no tenían claro si las fotografías de la memoria externa fueron extraídas del internet o si las produjo Vahey. Cuando el profesor llegó a Luverne, se hospedó en el cuarto 201 del hotel Quality Inn. Ahí, se acostó en la tina y se suicidó, clavándose un cuchillo en el pecho.

Investigación del FBI

Con el paso de los años se ha descubierto que William Vahey drogaba a sus alumnos con pastillas para dormir, las trituraba y metía el polvo entre galletas Oreo. Por medio de la manipulación, lograba que sus estudiantes se comieran las galletas. Abusaba sexualmente de sus alumnos drogados y producía un registro fotográfico de cada vez que lo hacía. El FBI descubrió mas de 11 memorias externas con evidencia que Vahey abusó a cientos de estudiantes durante toda su carrera profesional. Las carpetas que contenían las fotos llevaban títulos como “Viaje a Panamá”.  Se cree que el episodio de la araña en Nicaragua fue un intento de suicidio fallido, porque el profesor se dio cuenta que le habían robado la evidencia de sus crímenes. El FBI lleva dos años investigando para identificar a las víctimas de este monstruo inmoral, con el fin de brindar apoyo a todos los afectados. Se reporta que tres de sus víctimas en Arabia Saudita se suicidaron.

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Imagen tomada de: http://www.ibtimes.co.uk/three-pupils-committed-suicide-after-being-abused-by-william-vahey-1446248

Seguridad en los colegios

Sin excepción, ninguno de los colegios que emplearon a Vahey durante su larga carrera pidieron un record de su pasado judicial de su país de ciudadanía, Estados Unidos. Al profesor sólo le pidieron referencias de sus empleadores previos, que siempre fueron positivas. Un abogado llamado Hugh Davies descubrió que debido a la antigüedad de la sentencia de Vahey en California (1969) y su no haber firmado el registro de “delincuentes sexuales,” la única forma de obtener una copia del pasado judicial del profesor era que él mismo la solicitara. Esta espantosa historia nos obliga a preguntarnos: ¿Qué hacen los colegios de Bogotá para asegurar que el personal que contratan es serio, profesional, y dedicado al bienestar físico y emocional de los estudiantes?

No duden en dejar sus preguntas y reflexiones en los comentarios.

Matoneo en los colegios de Bogotá

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“Es que en mi época no había matoneo” nos dice un papá en una consultoría. “No, lo que pasa es que antes no le daban tanta importancia, pero siempre ha existido”, interviene la mamá. ¿Cuál de los dos tiene la razón?

El bullying sólo es matoneo si cumple con los siguientes cuatro elementos:

  1. Es sistemático: No es un incidente de un día, ocurre con determinada frecuencia.
  2. Es intencional: No es un accidente, es deliberado y planeado.
  3. Hay un desbalance de poder: El victimario es más fuerte, física o emocionalmente que la víctima.
  4. Hay tres partes involucradas en el acoso: la víctima, el victimario, y los observadores.

A pesar de los efectos que producen en la víctima, la palabra “bullying” hoy en día se ha vuelto coloquial. Es normal ver a un niño quejándose ante el profesor: “¡Juan me está bullyneando, no me quiere dar el borrador!” Si esto es una situación que ocurre una vez, y no sistemáticamente, automáticamente deja de clasificarse como bullying, o matoneo.

La verdad, es que el matoneo siempre ha existido, pero debido a varios factores, posiblemente entre esos la estigmatización de los géneros hace unas décadas, se percibía como un comportamiento frecuente, y por lo tanto, normal. Los hombres debían ser machos, y por eso, si había agresión física entre ellos, no se le daba mucha importancia. Por supuesto, hay una diferencia entre el tipo de matoneo que realizan los hombres y las mujeres. En los hombres, tiende a ser mayor la agresión física, y en mujeres, la agresión verbal.

Además de estos tipos, que son los más generalizados, existe el ciberbullying, en donde la agresión se hace por medio de los dispositivos digitales, como computadores, tabletas o celulares. En Colombia, la línea Te Protejo de RedPapaz, recibe aproximadamente 50 denuncias por mes de acoso a personas de todas las edades. A nivel mundial, entre un 10%-15% de niños en edad escolar son víctimas de algún tipo de matoneo, por lo menos dos veces al mes.

Un estudio realizado por Enrique Chaux y sus colaboradores (2005) del departamento de psicología de la Universidad de los Andes, encontró que en Colombia había varios factores relacionados con el matoneo. Estos eran: una alta población masculina en el colegio, menores niveles de empatía en los estudiantes, familias más autoritarias y violentas, altos niveles de violencia en la comunidad, mejores condiciones socio-económicas,  y mayores creencias a favor de la agresión.

En este mismo estudio, los investigadores encontraron que, en Colombia, en el 2005, el nivel de matoneo físico era mayor en colegios masculinos, seguidos por colegios mixtos, y el menor nivel de matoneo se encontraba en colegios femeninos.

¿Cómo nace un matón?

Al mencionar el matoneo, muchos padres de familia se imaginan con terror a su hijo como víctima. Sin embargo, existe la posibilidad de que su hijo sea el matón. Ser víctima está relacionado con una falta de asertividad, así como ser victimario está relacionado con una falta de empatía, y con una falta de supervisión parental, o violencia intrafamiliar.

Algunos colegios ofrecen cursos para capacitar a los padres frente al tema del matoneo; sin embargo, se ha encontrado que los padres que más necesitan este apoyo, con frecuencia no asisten a los talleres. Es por esto que en algunos lugares del mundo, se han implementado visitas domésticas, las cuales han sido claves para mejorar la colaboración entre la casa y el colegio en la disminución del matoneo.

“Porque te quiero te aporreo”

Las víctimas del matoneo sufren de ansiedad y depresión, y tienden a estar desconectados de su contexto escolar, a tal punto que puede llevarlos a abandonar el colegio. En estudios realizados en varios países de latinoamérica, se ha ligado el matoneo a un menor nivel de comprensión lectora y habilidades matemáticas. A su vez, los victimarios tienen una gran probabilidad de involucrarse en carreras criminales.

Resolución de conflictos para disminuir el matoneo

Los colegios, además de estar obligados por ley a establecer políticas antibullying a partir de la ley 1620 de 2013, pueden generar ambientes que favorezcan el desarrollo personal de los estudiantes. Estos son ambientes donde no se tolere el matoneo, y donde se fortalezcan las habilidades emocionales de los estudiantes.

El matoneo en colegios de Colombia tiende a ser mayor en instituciones donde los estudiantes tienen menores niveles de empatía, peor manejo de la ira, y poca confianza. Por otro lado, se encontró que el matoneo era mayor en colegios urbanos que en colegios rurales. Contrario a lo esperado, el matoneo es mayor en colegios privados que públicos. Esto se puede deber a la inequidad entre las familias del colegio; al haber diversidad en términos socioeconómicos, se genera un desbalance de poder, el ambiente perfecto para víctimas y victimarios.

Esto no significa que la diversidad no debe ser favorecida; estudios muestran que cuando hay por lo menos un 33% de la población homogénea, las personas se sienten más cómodas con la diversidad,  y tiende a disminuirse la brecha, favoreciendo la aceptación entre ambas partes.

Fortalecer al observador

Una de las estrategias que han tomado algunos colegios como el Clermont, con su programa PAMI (Prevención de Actos de Maltrato e Intimidación) ha sido fortalecer a los observadores del matoneo. Esto ha resultado muy eficiente ya que los matones, al no tener el apoyo de sus pares, sienten menos ganas de realizar el acto de agresión.

Otros colegios se han enfocado en desarrollar competencias cognitivas y socio-emocionales en todos los estudiantes, para aumentar la empatía y reconocer comportamientos inadecuados. Este es el concepto de Aulas en Paz. Sin embargo, esto se puede lograr por otros medios, tales como la Disciplina Positiva, implementado en colegios como The English School o el Colegio Helvetia, por la Disciplina a Conciencia, implementada por el Colegio Nueva Granada, o Choice Theory, implementada por el Colegio Rochester.

Sin importar el modelo que decidan elegir los colegios, lo clave es enseñar a pensar críticamente, para retar las ideas preconcebidas sobre la agresión.

Estudiantes mediadores en el conflicto

Otra de las estrategias implementadas por colegios como Los Nogales o La Montaña es formar a estudiantes como mediadores para conflictos entre pares. En estos colegios, los estudiantes mayores se capacitan, para poder ayudar a estudiantes más pequeños a resolver sus conflictos de una manera asertiva, sin usar la agresión. Este modelo tiene muchos beneficios; integra a estudiantes de diferentes cursos, previene el desbalance de poder de grandes a pequeños que podría llevar al matoneo, y les da herramientas a los estudiantes para manejar sus emociones y resolver conflictos de manera asertiva.

Los padres (y la casa) como ejemplo

Los casos de matoneo en Colombia son mayores en hogares con familias menos democráticas, que viven en barrios más violentos, y cuando hay una mayor inequidad socio-económica. Los papás juegan un rol muy grande al momento de educar a sus hijos para la paz, en comportamientos cotidianos.

Muchas veces somos modelos ante nuestros hijos cuando lo hacemos premeditadamente; desafortunadamente, esto no siempre ocurre. En ocasiones, como lo mencionó el columnista de Semana, Mauricio Arroyabe, somos muy críticos en las redes sociales y olvidamos ponernos en los zapatos del otro; es fácil criticar a las personas que dicen “Usted no sabe quien soy yo”. En estas situaciones, hacemos juicios de valor, podemos llegar a ser menos democráticos, y es ahí cuando no estamos educando para la paz.